La mañana abre la boca, bosteza, la mañana es blanca, a veces, primero un pie, después el otro, a veces los dos, son como hormigas, vos viste, a veces... te despertás y es así.
El aroma a café viene desde lejos, indescriptible la sensación de amanecer asi, en invierno, más aún, ni hablar, cuando todavía es como si el ensueño estuviera ahí, shhhhh!, que todavía no se fue de la habitación.
La cocina no puede, hace lo posible pero no puede, el calor de la leña de anoche, se esta yendo... se fue. La ventana hace lo que puede pero no deja de tiritar. Esas gotas en el vidrio se sostienen, se sostienen... pero finalmente ... si, se caen.
La tarde se despierta de la siesta, se despereza, en el campo es así, todos duermen la siesta, la tarde es verde, siempre, porque la hace verde el pino, el ligustro, el pasto, la parra, la enredadera, el musgo, el subi-baja que está al lado de la hamaca, que él pintó de verde para nosotros.
El galpón está enojado, tiene calor, imaginate con ese techo de chapa ! y además no puede solo con todas las cosas que tiene adentro, la pala, las bolsas de maiz, la azada, las correas, los hierros, los tachos oxidados de leche del tambo, así no se puede!!.
Ellos son chiquitos, tres y tres, no entienden mucho pero son felices de todas maneras, una que otra vez coinciden para Navidad, pero no siempre, pensá que si una de ellas se hamaca, las otras dos mirarían, y si dos de ellos suben y bajan el tercero que queda, tendría que esperar y cuando sos chico no querés esperar, querés jugar.
Es como espuma, viste? si, parece espuma!, o mejor todavía, como si una nube hubiera bajado y allí se hubiese quedado. Es su pelo pero parece de algodón viste? siii! es como increíble. Antes de cenar juegan a las cartas, mientras en la cocina, ahora feliz, contenta porque la leña es su amiga, hasta la próxima mañana, se termina la torta. Ël hace un que otro truco de magia, esconde una moneda que oh!, aparece abajo del bastón, me querés decir como llegó sola y caminando hasta allá?!.
Ahora es de noche, la noche es grande, negra, inmensa, en el campo es así, casi azul, llena de infinitas estrellas que en la ciudad no ves, azul te decía, como la cortina que tapa el ventiluz que ahora mira para adentro porque tiene frio, ese ventiluz que a la mañana cuando corrés la cortina te mira como diciendo que también quiere desayunar con vos.
Ella y él duermen, yo me estoy yendo en puntitas de pie, quiero llevarme ese olor a café recién hecho y la sensación haber dormido en ese colchón de lana, cierro la puerta despacio. Me voy por la calle ancha y de repente me doy vuelta...es como si hubiese alguien es la hamaca ...porque va y viene... va y viene.... va y viene.
El aroma a café viene desde lejos, indescriptible la sensación de amanecer asi, en invierno, más aún, ni hablar, cuando todavía es como si el ensueño estuviera ahí, shhhhh!, que todavía no se fue de la habitación.
La cocina no puede, hace lo posible pero no puede, el calor de la leña de anoche, se esta yendo... se fue. La ventana hace lo que puede pero no deja de tiritar. Esas gotas en el vidrio se sostienen, se sostienen... pero finalmente ... si, se caen.
La tarde se despierta de la siesta, se despereza, en el campo es así, todos duermen la siesta, la tarde es verde, siempre, porque la hace verde el pino, el ligustro, el pasto, la parra, la enredadera, el musgo, el subi-baja que está al lado de la hamaca, que él pintó de verde para nosotros.
El galpón está enojado, tiene calor, imaginate con ese techo de chapa ! y además no puede solo con todas las cosas que tiene adentro, la pala, las bolsas de maiz, la azada, las correas, los hierros, los tachos oxidados de leche del tambo, así no se puede!!.
Ellos son chiquitos, tres y tres, no entienden mucho pero son felices de todas maneras, una que otra vez coinciden para Navidad, pero no siempre, pensá que si una de ellas se hamaca, las otras dos mirarían, y si dos de ellos suben y bajan el tercero que queda, tendría que esperar y cuando sos chico no querés esperar, querés jugar.
Es como espuma, viste? si, parece espuma!, o mejor todavía, como si una nube hubiera bajado y allí se hubiese quedado. Es su pelo pero parece de algodón viste? siii! es como increíble. Antes de cenar juegan a las cartas, mientras en la cocina, ahora feliz, contenta porque la leña es su amiga, hasta la próxima mañana, se termina la torta. Ël hace un que otro truco de magia, esconde una moneda que oh!, aparece abajo del bastón, me querés decir como llegó sola y caminando hasta allá?!.
Ahora es de noche, la noche es grande, negra, inmensa, en el campo es así, casi azul, llena de infinitas estrellas que en la ciudad no ves, azul te decía, como la cortina que tapa el ventiluz que ahora mira para adentro porque tiene frio, ese ventiluz que a la mañana cuando corrés la cortina te mira como diciendo que también quiere desayunar con vos.
Ella y él duermen, yo me estoy yendo en puntitas de pie, quiero llevarme ese olor a café recién hecho y la sensación haber dormido en ese colchón de lana, cierro la puerta despacio. Me voy por la calle ancha y de repente me doy vuelta...es como si hubiese alguien es la hamaca ...porque va y viene... va y viene.... va y viene.
